Como ninguna otra figura de la moda, Jean Paul Gaultier irrumpe en el exclusivo mundo de la costura con su transgresora visión de la belleza.
Inspirándose en el movimiento punk, en lo burlesco, en las diosas de la pantalla, en un estilo gender-bender o fetichista, así como en subculturas de todo tipo de tendencias, las colecciones de Gaultier sacudieron el mundo. A pesar de ello, el impecable trabajo artesanal de sus prendas se ganó la admiración y el respeto.
Ello se debe a su carismática combinación de sensibilidad subversiva con un talento extraordinario en el corte y la confección de las prendas.
Tras numerosos años de reconocido éxito en el mundo de la moda, Jean Paul Gaultier traslada su universo único a fragancias icónicas.
Puig se convirtió en accionista mayoritario de la casa de moda de Jean Paul Gaultier en 2011, a la que se integró la división fragancias en 2016. En colaboración con el diseñador, Puig está reimpulsando la marca con el único, divertido y provocador ADN de Gaultier. Prueba de ello es el relanzamiento de los universos de Classique y de Le Male ‒que permanecen entre las diez primeras fragancias de los principales mercados internacionales 25 años después de su salida al mercado.