Carolina Herrera fundó su firma homónima en 1981, gracias al impulso y al apoyo de la legendaria editora de Vogue Diana Vreeland. La colección de ready-to-wear para mujer con la que debutó se presentó en el Metropolitan Club de Nueva York y fue recibida con gran entusiasmo, cosechando un éxito instantáneo entre los retailers del sector del lujo y la prensa de moda. Con cada nueva temporada, la Casa Herrera demuestra la vigencia de la elegancia natural combinada con una moderna sofisticación.
Cuando Carolina Herrera decidió crear su primera fragancia, “el accesorio invisible”, según su memorable definición, recurrió a Puig. Carolina Herrera Eau de Parfum, un acorde de jazmín-nardo que refleja a la perfección el estilismo de la diseñadora, salió al mercado en 1988. Fue todo un éxito y el primero de muchos más para Puig y Carolina Herrera. En 1997, Carolina A. Herrera, la hija de la fundadora, se unió al proyecto como directora creativa para la división de fragancias. Con los años, el negocio de perfumes de la marca se ha ido expandiendo y en la actualidad cuenta con más de 20 fragancias que se comercializan en unos 100 países de todo el mundo.