Químico de formación, Jean Laporte se convirtió en creador de fragancias ‒L’Artisan Parfumeur‒ al experimentar con extractos botánicos puros y preciados para la elaboración de nuevos aromas a partir de las esencias aromáticas que la naturaleza ofrece.
Las composiciones de Laporte, destiladas a partir de las materias primas más exquisitas, se ganaron un gran número de seguidores expertos. Mûre et Musc, su emblemática combinación de moras y almizcle, fue instantáneamente reconocida como una obra maestra y le aseguró un lugar en los anales de la perfumería.
Laporte dio carta blanca a perfumistas distinguidos para crear fragancias originales para su firma. Así, nacieron toda una serie de poéticos aromas: La Chasse aux Papillons, Premier Figuier, Drôle de Rose, L’Eau d’Ambre y muchos más. En 1979, Laporte abrió el primer L’Artisan Parfumeur en la parisina Rue de Grenelle, una dirección mítica para los enamorados de las fragancias.